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Hrvatsko nacionalno svetište

Majke Božje Bistričke

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Antiguo Santuario de Vinski Vrh

El Santuaruio tiene una historia multisecular que ha dejado profundas huellas en la vida religiosa del país. La estatua milagrosa data del siglo XV y es obra de un artista cuyo nombre lamentablemente no se ha conservado, ni siquiera a través de la tradición. Es indudable que se trataba de un tallista perteneciente al pueblo común, el que desarrollaba su espiritualidad muchas veces mediante expresiones artesanales y artísticas de real valía. Lo que sí la tradición ha trasmitido hasta nuestros días es que la efigie negra de madera, inicialmente conocida como Madre de Dios de Vinski, era venerada entre 1499 y 1545 en una capilla de madera en su santuario original levantado en Vinski Vrh. La ubicación exacta del emplazamiento del santuario primitivo se sitúa a tres kilómetros del gran Santuario nacional de la actualidad.
Una vasta zona de Europa fue, du-rante siglos, objetivo de invasiones otomanas, por lo general exitosas. Las fuerzas turcas llegaron inclusive a las puertas de Viena. En Croacia, debido a los continuos avances turcas, el párroco Pavao (plebanus Paulus de Bisthricza) llevó la imagen milagrosa desde la capilla de Vinski Vrh al centro del poblado. Mas aún, sepultó la imágen debajo del coro de la iglesia parroquial allí existente, ignorándose las causas por las cuales no alcanzó a revelar dicho secreto a nadie que lo sobreviviera. Esto ocurrió en 1545, luego de que el 4 de mayo de ese ano el peligro otomano recrudeciera a causa de la victoria de los invasores sobre las fuerzas de Nikola Zrinski, en KonjSíina.

Primer hallazgo de la imagen milagrosa en 1588
Los fieles marianos de la región se dedicaron con sincera devoción a la búsqueda de la imagen milagrosa, durante muchos anos. La incertidumbre fue resuelta gracias a un fenómeno que escapa a las explicaciones naturales, pues una extrana luminosidad comenzó a emanar, desde el lugar exacto donde se encontraba escondida la figura, luego de rezarse en el templo el oficio manano del anochecer. Ya a la manana siguiente, el padre Luka comenzó las excavaciones que perminieton encontrar la imagen milagrosa y devolverla a la devoción de los fieles. Esto quedó registrado en las anotaciones realizadas por el párroco Antun Plavasic, (1574- 1590). La imagen estaba intacta.

Nuevo refugio para la milagrosa imagen, en el ano 1650
En el ano 1650, las fuerzas turcas llegaron hasta los llanos de Zlatar nuevamente, por lo cual las autridades reli-giosas y los fieles decidieron esconder por segunda vez la estatua de Nuestra Senora. Esta vez fue colocada dentro del ventanal detrás del altar mayor de la iglesia, cerrándose toda la abertura con una pared que no permitía suponer la existencia de la preciada figura en el habitáculo así creado. Las sucesivas ofensivas otomanas, pero también las sublevaciones de los campesinos en la región, hicieron que en los anos sucesivos las peregrinaciones hasta Bistrica fueran escasas. Sin embargo, durante una jomada dominical de septiembre la Virgen se le apareció en dos oportunidades, en el mismo día, al párroco Petar Brezaric (1676-1679). La primera
vez en la iglesia parroquial, durante la manana, mientras el párroco predicaba se apareció en el pulpito una mujer, de noble aspecto, en vestimentas celestes solicitando con una vela encendida en la mano que párroco y fieles rezaran para que ella nuevamente recuperara la vista. Por la tarde, otra vez apareció la misma “senora” en el cercano poblado de Podgraíe. El párroco transitaba por allí, en su carro. Cuando quiso detenerse y hablar con la extraordinaria mujer, ella desapareció. Acerca de este acontecimiento, mucho se habló inclusive después del fallecimiento del párroco Brezaric. Sin embargo, era éste el pedido de la Virgen María para que nuevamente se le permitiera ver, o sea para que fuera liberada su efigie del encierro en que se hallaba.

Segundo hallazgo de la estatua milagrosa» en 1684
Por los méritos de un gran devoto de la Virgen María, el general de la orden de los Paulinos, a la sazón obispo de Zagreb, Mons. Martin Borkovic (1667'1687), nuevamente fue recupe' rada la efigie de Nuestra Senora de Bistrica. En un debate acerca de los santuarios marianos en Croacia, el anciano obispo, que tenía 80 anos, le preguntó al párroco de Bistrica, Ivan Molitoris (1679'1688): “No es cierto que es en Bistrica donde más se venera a la Virgen María?” El párroco quedó confundido con esta pregunta que en realidad quería ser una afirmación. Entonces, el obispo Martin Borkovic, informado de la situación existente en el Santuario, y recordando el tiempo en que Bistrica era el lugar a donde también él iba en peregrinación descalzo, dio orden al párroco y al canónigo de Zagreb Matija Stoklas, que se dedicaran con urgencia a la búsqueda de la imagen escondida.
Y efecticvamente, el( segundo ha-llazgo se produjo el sábado 15 de julio de 1684. Al día siguiente, el día 16 de julio (en el llamado domingo de Margarita), tuvo lugar el primer milagro registrado en esta época: la nina paralítica Katarina, hija de Magdalena Paulec, se levantó tras orar ante Nuestra Senora y caminó causando la admiración de todos los fieles. La noticia del milagro recorrió todo el
país y el número de peregrinos fue aumentando de día en día. La imagen de la Virgen fue colocada sobre un altar lateral, congregando a innumerables fieles. Otras curaciones milagrosas fueron atribuidas a la intercesión de Nuestra Senora. La difusión de los sucesos fue en gran parte obra del párroco Andrija Ifsic (1688-1719), quien brindó información detallada también a las diócesis de Hungría y Estiria (en Austia).
El párroco inclusive, en 1706, renunció a su promoción al cargo de canónigo de la Catedral de Zagreb, para poder enteramente dedicarse al servicio de Nuestra Senora de Bistrica.
La Virgen de Vinski fue umversalmente conocida a partir de estos tiem-pos, como la Madre de Dios de Bistrica (Majka Boija Bistricka).

El Parlamento croata y las peregrinaciones a Marija Bistrica

El Parlamento croata (Hrvatski Sabor) decidió, el 20 de octubre de 1710, construir en la iglesia de los apóstoles Pedro y Pablo de Bistrica, un nuevo altar mayor, que sería consagrado a la Santísima Virgen María. Esta resolución fue reiterada el 28 de mayo de 1711, cuando el Santuario fue elevado a jerarquía nacional. Esta medida del Parlamento estaba vincu-lada al gran voto realizado ante la Virgen María para su protección contra la epidemia de peste que azotó a gran parte de Europa. En 1715, el nuevo altar mayor tuvo en su centro la estatua de la Virgen de Bistrica, situándose al lado de ella las figuras de los apóstoles Pedro y Pablo. Este altar permaneció en el lugar hasta 1791. Igualmente, para facilitar la llegada de los peregrinos al Santuario, el Parlamento croata hizo construir un nuevo camino desde KaSina hasta Bistrica. En 1753, la Legislatura nacional hizo reconstruir el camino que lleva desde Zagreb hasta Bistrica a través de Sesvete y KaSina.

Consagración de la Iglesia de las Peregrinaciones, en 1731
A comienzos del siglo XVIII, en tiempos de los párrocos Andrija lisie (1688-1719) e Ivan Radié (1722- 1730), la antigua iglesia parroquial fue ampliada, adquiriendo un bello estilo barroco. La nueva construcción fue consagrada en el día de Santa Margarita, el 13 de julio de 1731, por el obispo de Zagreb, monsenor Juraj Branjug, (1723-1748). En ocasión de la consagración, el templo pasó a la advocación de Nuestra Senora de las Nieves, si bien siguieron presentes fuertemente en ella las honras a San Pedro y San Pablo. La festividad de Nuestra Senora de las Nieves se celebra el 5 de agosto. La misma localidad de Bistrica, por decisión del
Hrvatski Sabor pasó a llamarse Marija Bistrica. Al Santuario le fueron incor-porados los pulpitos tallados en sus talleres dedicados al arte barroco en Cucerje y Komin, mientras que los muros fueron decorados con bellos cuadros pintados al fresco. El altar mayor puede considerarse como una verdadera y valiosísima obra de arte escultórico. Varios altares laterales, igualmente barrocos fueron realizados por excelentes tallistas. El baptisterio y el órgano atestiguan la gran impor-tancia que el obispo Branjug y sus sucesores asignaron al Santuario y en especial a la intercesión de Nuestra Senora de Marija Bistrica.

Palacio parroquial, atrios y nuevo altar...
Los párrocos de Bistrica habitaban en casas de madera, según costumbre en la región, donde abundaban los bosques.. El párroco Ivan Radié (1722' 1730) edificó en el ano 1726 nuevas dependencias para vivienda de los sacerdotes y administración del templo, que hoy en día constituyen el sector occidental del complejo eclesial.
El párroco Pavao Gojmerec (1736- 1753), en el lugar donde se erigía la casa de madera, edificó una nueva vi-vienda, en el ano 1748. Esa construcción constituye hoy día el sector oriental del complejo. Finalmente, el párroco Pavao Jurak (1753-1775) unificó con nuevas construcciones, en el ano 1753, ambos edificios erigidos por sus antecesores, conformando así el complejo que existe hasta el día de hoy en la parte derecha de la Basílica.
A fin de facilitar la administración de los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía a los peregrinos, el párroco Pavao Gojmerec, en el ano 1748, comienza con la edificación de una especie de galería, que rodea a la iglesia, (delimitando el espacio deno-minado cinktor). De esta manera consiguió un espacio cubierto dedicado también a los festejos específicos.
La galería consta de cuarenta y una arcadas, completamente decoradas de acuerdo a las manifestacioines del libro de los milagros de la Virgen de Bistrica. Encima de la entrada principal, a partir del sector norte, se encontraban las dependencias para sacerdotes peregrinos, mientras que en otra dependencia separada se alojaban los sacerdotes dedicados a la confesión de los fieles. Un tercer acceso conducía a las oficinas de la parroquia. Esta distribución y el estilo barroco de los cintores caracteriza a aquellas iglesias de la Arquidiócesis de Zagreb que son lugares de peregrinación (Ludbreg, Logor, Belec, Komin, Trski Vrb, y como queda dicho, Marija Bistrica).
En el ano 1791, el párroco Josip SandorRalski (1786-1818) hizo construir un nuevo altar mayor de estilo clasicista, para colocar sobre él la imagen milagrosa. Este altar quedó milagrosamente indemne en el incendio ocurrido en el templo en 1880.

El devocionario del capellán Petar Berke
El sacerdote Petar Berke (1734' 1798) fue en Marija Bistrica capellán para los peregrinos de habla alemana (1759'1761). Compenetrado de la historia del Santuario, redactó el primer devocionario de Bistrica en el dialecto croata “kajkavski”, hablado en el noroeste del país. Su nombre era “Kirie osebujni slavnoga orsaga hor* vatckoga”. Se especifica más adelante que además, el texto resena la mita' grosa historia vivida en el lugar: “?udnovita pripecenja i osebujne milofáe kotere pri dudnovitom kipu Marije Bistriéke viíe vre let se skazuju”. La primera edición apareció en Zagreb en 1765, y la segunda en Graz (Austria) en 1775. La reimpresión de esta segunda edición se efectuó en Zagreb en 1995, con un comentario sobre esa edición primitiva, la primera que salió de imprenta sobre el Santuario de Nuestra Senora de Bistrica. En la edición original de 1765, aparte de la historia del Santuario figuraba taim bién una resena de tas peregrinaciones habidas entre 1684 y el ano de su aparición.
El documento, amén de su valor religioso, representa un aporte impor' tante para el estudio de la historia del dialecto croata “kajkavski”, su estilo, léxico y sintaxis. En el ano 1822, el educador Antun Mihalj, de Pozega, editó en la ciudad de Varazdin en idioma literario croata, la versión abreviada de la obra del padre Berke.

Las indulgencias de la Santa Sede y la oposición del iluminismo
Los dignatarios de la Iglesia Católica otorgaron a los peregrinos del Santuario de Marija Bistrica las indulgencias propias de los grandes lugares de peregrinación. El primer papa que otorgó tal beneficio fue Benedicto XIV (1740-1758) en ocasión del Ano Santo 1750. Los peregrinos que confesaran y comulgaran en el santuario croata, y rezaran las plegarias corres-pondientes, se beneficiarían con la indulgencia plenaria. A ello agregó el Papa Clemente XIII (1758'1769) la fundación de la Hermandad del Santo Escapulario en Marija Bistrica.
Sin embargo, desde la Corte de Viena, llegaron la§ amenazas del ilumi- nismo bajo el reinado de María Teresa (1740-1780). Así la emperatriz dirigió al Consejo Real Croata que en aquella época se hallaba establecido en Varazdin, el edicto lntimatum del 27 de mayo de 1774, prohibiendo procesiones o peregrinaciones que duraran más de un día. El documento contenía 70 artículos, de los cuales el séptimo hacía referencia directa al Santuario de Marija Bistrica. El texto se debía claramente al temor real ante la posibilidad de que se produjeran desórdenes de campesinos y siervos de la gleba castigados por la miseria. El obispo de Zagreb, Josip Galjuf (1772-1786), protestó enérgicamente por la medida por cuanto a Bistrica llegaban peregrinos de toda Croacia y de estados vecinos, que debían viajar más de una jornada. Por su parte, el Consejo Real Croata de Varazdin comparó Marija Bistrica con el santuario austríaco María Zell, en su informe del 6 de mayo de 1775, haciendo suya la presentación del obispo de Zagreb. El texto del Consejo menciona también que peregrinan a Marija Bistrica griegos no unificados, o sea croatas ortodoxos. Como consecuencia de las presentaciones, la emperatriz María Teresa autorizó el 7 de junio de 1775 las peregrinaciones a Marija Bistrica, denominándolas procesiones. En aquel tiempo, e inclusive hoy en día, en Zagorje croata, se utilizaba el término procesión como sinónimo de peregrinación.
El 21 de julio de 1810, el obispo de Zagreb, Maksimilijan Vrhovac (1787- 1827), en nota al ministro Hager, a cargo de la policía del Imperio, reclamó por la continuidad del derecho de
Marija Bistrica a sus procesiones, pese a las medidas restrictivas de la Corona. En Viena en esos momentos, nuevamente, se temía que las grandes concentraciones de fieles llegados de diversas regiones (de toda Croacia, de la Estiria austríaca, de Hungría, de la Iliria que ocupaban las fuerzas de Napoleón y de Bosnia) se produjeran desórdenes populares. Durante este período se estableció el tradicional calendario para las principales peregrinaciones colectivas al Santuario, entre el “Domingo Blanco” (primer domingo después de Pascua) y el domingo inmediato anterior a la festividad de Todos los Santos.

La Basílica actual, altar, torre y galerías

El actual aspecto de la iglesia parroquial fue establecido en los anos ‘80 del siglo XIX. Bajo el gobierno del arzobispo de Zagreb, cardenal Josip Mihalovié (1870-1891), y la adminis-tración parroquial de Jurje Zerjavic (1874-1910) fueron realizados los principales trabajos de ampliación y modernización.
Particularmente entre 1879 y 1882, la Comisión para la reconstrucción del Santuario de Bistrica, fundada en 1875, encaró el grueso de los trabajos. El párroco contó con el apoyo del ministro Iso Krsnjavi, abriéndose un concurso de proyectos al cual se presentaron constructores de gran renombre en su época: Karoly Benko de Budapest, y Matija Antolec y Hermán Bollé, ambos de Zagreb. Lareconstrucción comenzó el 10 de mayo de 1879, y por deseo de Krsnjavi se llevaron a cabo los proyectos de Hermán Bollé (1845-1926). Fue ampliada así la antigua iglesia y fueron levantados sus techos y campanarios, fueron construidas las capillas de San José y de Santa Catalina y se agregaron nuevas galerías, todo ello en estilo neorrenacentista germánico. Fue ampliada la casa parroquial, mientras que los espacios festivos sacrales adquirieron el aspecto de una fortaleza o citadela sobre la montana.
Fue durante las obras de reconstrucción, el 14 de agosto de 1880, cuando estalló en la iglesia un incendio que destruyó el interior del templo, salvándose el altar principal con la imagen milagrosa de la Virgen María. Nuevamente, el altar mayor fue donado por el Parlamento croata. Era de mármol, tallado en estilo neorrenacentista, y fue consagrado por el arzobispo cardenal Josip Mihalovic, acompanado por el predicador y párroco de Zlatar, Stjepan Mihinic. En la renovación del Santuario, en tiempos del párroco Jurje Zerjavic fueron retiradas del predio las figuras de todos los santos húngaros y austríacos, que fueron gobernantes en su vida terrenal.
El Papa León XIII (1878-1903) donó a la basílica el pedestal dorado y ricamente adornado sobre el cual reposa la milagrosa imagen de María.

La Iglesia se convierte en Basílica en el ano 1923
Siendo que el Santuario de Nuestra Senora de Bistrica, en la localidad de Marija Bistrica ocupa el primer lugar entre los templos de peregrinación mariana, por solicitud del Arzobispo de Zagreb, monsenor Antun Bauer (1914-1937), el Santo Padre Pío XI (1922-1939) otorga el 4 de diciembre de 1923, a la iglesia parroquial en Marija Bistrica el título y derechos de basílica menor. Este título, los primados de Roma lo otorgan solamente a catedrales, iglesias parroquiales y santuarios que se destacan por su significación.

Coronación de la imagen milagrosa de la Reina de los Croatas en 1935
Desde tiempos medievales, existe la costumbre de coronar la figura de la Virgen María, ya sea en esculturas, iconos o pinturas, con una corona especialmente bendecida para esa ocasión. Así, con la venia del Canónigo de la Basílica de Roma de San Pedro, el domingo 7 de julio de 1935, al cumplirse los 250 anos del primer hallazgo de la imagen milagrosa, el arzobispo de Zagreb monsenor Antun Bauer coronó la estatua de Nuestra Senora de Bistrica. La Virgen y el Nino Jesús que ella sostiene en sus brazos, recibieron sendas coronas de oro. Las mismas, fueron elaboradas siguiendo los modelos de las antiguas coronas de los reyes croatas, y constuituyeron una ofrenda del pueblo. La homilía y consagración, delante de 30,000 fieles peregrinos, estuvo a cargo del entonces arzobispo coadjutor, hoy beato, Alojzje Stepinac. La ciudad de Zagreb obsequió en la oportunidad al Santuario un cáliz de oro, y los integrantes de las Comunidades del Rosario, un rosario del mismo metal. Por su parte, el arzobispo metropolitano Mons. Antun Bauer, declaró a la Santísima Virgen María, en su advocación de Madre de Dios de Bistrica, “Reina de los Croatas”:
“Virgen celestial, Reina de las croatas,
Oh madre nuestra, nuestra dorada aurora, De los corazones fieles recibe como ofrenda, El fervor sincero de su amor"
Desde ese entonces, estos versos de la canción mariana que fueron compuestos por el padre Petar Perica S.J., fallecido en atroz martirio, se convirtieron en el himno de los croatas devotos de María. Senalemos, por otra parte, que la imagen de Nuestra Senora de Bistrica ya había sido coronada con anterioridad, en el siglo XVII, pero esa coronación no tuvo el carácter solemne de acuerdo las normas eclesiásticas, como la realizada en 1935. Empero, habitualmente son las coronas primitivas las que adornan las cabezas de la Virgen y del Nino. Las nuevas coronas jubilares son colocadas en la imagen negra de la Virgen únicamente en ocasión de la gran peregrinación nacional que parte de Zagreb el segundo domingo del mes de julio, y en otras celebraciones significativas.

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